La medición de la innovación: ¿una ciencia (in)exacta?

La innovación se ha convertido en uno de los pilares principales del desarrollo económico, y de la evolución tecnológica y social. Para poder caracterizar dichos procesos innovadores, se han desarrollado varios ‘scoreboards’. Estos scoreboards comparten el hecho de que se basan en el uso de índices sintéticos que, a través de indicadores compuestos, proporcionan un ranking final de los territorios bajo estudio. El hecho de concluir con un ranking de países o de regiones en función del apoyo que éstas brindan a la innovación está haciendo que dichos rankings tengan una repercusión elevada, tanto en el ámbito de la comunicación, como en la definición de políticas públicas, y por lo tanto, en la manera en la que se asignan los recursos (públicos) para el fomento de la innovación. Son muchos los territorios que justifican sus políticas de ciencia, tecnología e innovación en función de su posición en tales rankings.
Nuestra investigación pretende incrementar la capacidad analítica de los scoreboards de innovación así como su utilidad para los gestores de política pública.

En nuestra investigación, consideramos que el uso simplista de estos índices sintéticos y de los rankings que se derivan de los mismos resulta peligroso porque las clasificaciones derivadas de ellos se dan a menudo por sentadas, sin un análisis profundo de su validez. Para poder cambiar esta situación, y así ayudar a los gestores de políticas pública de innovación a definir políticas que tengan una racionalidad científica, definimos un conjunto de conceptos que implementamos a través de metodologías estadísticas, principalmente fundamentadas en la teoría de la producción y en la medición de la eficiencia y de la productividad. Nuestra objetivo consiste en poder convertir a los scoreboards de innovación en herramientas que puedan ser empleadas de manera continua y sistemática por responsables políticos, investigadores, medios y la sociedad en general, y no como una manera de poder ‘rankear’ a diferentes territorios una vez al año, lo cual no permite adoptar decisiones políticas eficaces.